domingo, 30 de noviembre de 2008

Borja Cobeaga con su próxima pelicula Pegafatas








Cortesia: Borja Cobeaga

Es cierto que la bajona no perdona. Después de año y pico trabajando en algo es normal que cuando termina te da un bajoncillo que puede llamarse "depresión post-parto", "fiebre de la conclusión" o "pie de atleta". Mi amigo Sergio Barrejón siempre me recuerda que los directores caen enfermos cuando terminan una película. Uno está en guardia a lo largo de muchísimos meses y de repente, cuando todas las grandes decisiones están tomadas, se pilla un catarro, una gripe o todo junto.  

Desde ayer vivo agarrado a un bote de Couldinas porque hemos terminado la mezcla de sonido y con ello acaba prácticamente la posproducción de "Pagafantas". Sólo falta tirar la copia estándar, etalonar algunas cosas y ya está. Quizás estoy algo apenado porque en la pospo de sonido me lo he pasado particularmente bien y he aprendido un montón. El sonido de la peli lo ha montado Pelayo Gutiérrez, cuya filmografía es tan inabarcable como su falta de paternalismo con un recién llegado como yo. Con él se ha confirmado una vez más algo que ya intuía desde que empecé en esto del cine. Cuanto más profesional es alguien, menos paternalista se pondrá con el director novato. Además de este rasgo, lo bueno de Pelayo y sus socios (desde Nacho que ha hecho la mezcla, Álex los efectos sala, César que ha sido el ayudante de la peli e Iñaki como auxiliar) es que son lo más en sentido común y buen gusto. Yo que soy un fanático del "por qué" se hace cada cosa y nunca me vale un "porque mola", he encontrado en ellos unos compinches alucinantes. Y además me flipa el estudio donde trabajan, tan cerquita de mi casa.  

Pero lo que realmente me levanta de la bajona es que ahora viene la parte divertida del asunto. Ahora viene hacer otra peli. Es el momento de hacer filmografía. Si uno se lo ha pasado tan bien con la primera, lo de la segunda ya debe ser la leche.

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